La expansión de la telefonía móvil en América latina abre un nuevo escenario de alternativas para la reducción de la brecha digital. A través del uso de mensajes de texto, las primeras experiencias de Brasil y los proyectos en marcha de la Argentina apuntan a satisfacer necesidades concretas y allanan el camino para el acceso a la tecnología. ¿Podría dejar de existir la brecha digital? Es probable que no, pero al menos en América latina parece que ha llegado el momento de redefinir el concepto. Por abarcadoras o por segmentadas, las definiciones vertidas hasta el momento se quedan cortas. Un fenómeno emergente, que por ahora sólo aparece como dato estadístico en los relevamientos de mercado, comienza gradualmente a ganar protagonismo a fuerza de adopción: La telefonía móvil. “Cuando se habla de brecha digital y sus soluciones, lo que solemos hacer es repetir recetas de los organismos internacionales”, dice Ester Kaufman, especialista en temas ligados a Sociedad de la Información y Gobierno Electrónico. Mientras la región en general los avances en materia de inclusión telefónica, acceso a Internet o adopción de PC o conexiones de banda ancha se producen con cuentagotas, la adopción de teléfonos móviles crece a pasos agigantados. La diferencia esta vez, es que desde distintos sectores de la sociedad comienzan a tomar la iniciativa de generar sus propios recursos para satisfacer sus necesidades de inclusión. “Si la brecha digital no sirve para resolver la brecha real, ¿Para qué sirve?”, se pregunta Kaufman. “Si a través de un acceso digital precario van resolviéndose necesidades puntuales, de algún modo digitalmente se está resolviendo algo de la brecha analógica”, afirma.
El móvil podría acortar estas distancias, si por brecha digital no sólo se entiende la imposibilidad de acceder a Internet sino de la utilización de tecnologías de la información. Según la definición para la UIT que rescata la investigadora de la Fundación Acceso, Kemly Camacho, en su trabajo
La Brecha digital, pueden tipificarse tres tipos de brecha: “La de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las TIC; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas y las que no; y las de la calidad del uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios”. Bajo esa generalización es que habitualmente se realizan los indicadores, y a menudo no terminan de reflejar el cuadro completo. Según los últimos datos del mercado, en América latina la penetración de la telefonía móvil supera el 47 por ciento con alrededor de 276 millones de usuarios móviles, en comparación con el 15 por ciento de la penetración de Internet, que con 81 millones de usuarios muestra un contraste marcado con el 65 por ciento que promedia América del Norte. De acuerdo al último ranking
e-readiness elaborado por The Economist con IBM, la excepción es Chile donde a fines de 2005 el móvil tenía una penetración de 75 por ciento. “Los gobiernos latinoamericanos están realizando un acercamiento pro-activo para promover la importancia de la tecnología de información y la inversión en programas de infraestructura” señala el estudio. “Sin embargo, a diferencia de otras prácticas globales, no tienen ni el tamaño ni la escala de esfuerzos similares en Asia ni el nivel de coordinación y cooperación internacional que se ve en Europa”, sostiene. Ese es probablemente un escenario aproximado. ¿Pero refleja las tendencias actuales? “Los indicadores usuales sobre brecha digital muestran otro escenario” dice Kaufman, quien propone una alternativa: “Hay que modificarlos. Si se incorpora la telefonía móvil el panorama cambia, porque el grado de crecimiento de esta tecnología es impresionante”, sostiene.
Primeros pasosEn la Argentina una innovación en la materia podría ser el proyecto que analiza la Secretaría de Ciencia y Tecnología para desarrollar un servicio basado en telefonía móvil, con aplicaciones específicas en zonas rurales y poblaciones alejadas. El coordinador del Programa Especial de TIC´s de la Secyt, Miguel Ermann, explica que “es parte de un proyecto mucho mas amplio. Estamos tratando de resolver el tema de redes avanzadas, en donde los móviles y la ciencia pueden resultar una combinación muy importante”. Por otro lado, desde hace un tiempo el Sistema Informático Universitario (SIU) puso en marcha el desarrollo de una plataforma integrada a su sistema de gestión Guaraní, para que los alumnos puedan acceder desde un móvil a la base de datos de su Universidad y realizar consultas sin costo. Por ahora, en la primera etapa, los docentes pueden enviar mensajes a sus alumnos. La Directora del SIU, María Luján Gurmendi, dice que “esto tiene que ver con la reducción de la brecha digital”. Según explica, “lo que buscamos es que el alumno pueda consultar desde un celular económico la base de datos de su Universidad sin costo”. Si se cumplen los objetivos, para la próxima versión de Guaraní a principios de 2007 los alumnos podrán consultar el resultado de sus exámenes desde un móvil. El único proyecto gubernamental encaminado en el país actualmente para atacar la problemática la brecha digital es el programa Mi PC, para la adquisición de computadoras a bajo costo, que además contemplaba la apertura de centros de entrenamiento y capacitación. “Hasta ahora no cumplió sus objetivos” reconocen en off the record desde el Ministerio de Economía. Apenas se abrieron 12 de 256 centros proyectados, y la cantidad de equipos vendidos tampoco fue la esperada. Sin embargo, en el organismo sostienen que “al menos sirvió para anclar el precio de las máquinas y generó programas alternativos. Eso también es reducir la brecha digital”.Ahora que va por su segunda versión, en Economía planean articular la apertura de centros a través de donaciones de equipos y la participación de ONGs para brindar capacitación. En Perú se lanzó la segunda versión de un programa con características similares. En la primera etapa, PC Perú vendió 5.000 máquinas. Allí, según los datos del mercado, se estima que 70 por ciento de los peruanos no posee PC y la penetración de Internet no llegaba a cuatro por ciento. Sin embargo, la tecnología con mayor penetración en el país es la telefonía móvil. Entre febrero del 2005 y febrero del 2006 se ha incrementado 23,41 por ciento la cifra de usuarios.